El internacionalismo socialista ha muerto. ¡Viva la Solidaridad Global!
Nueva Sociedad 122 / Noviembre - Diciembre 1992
En las últimas décadas el internacionalismo ha padecido una triste historia y una mala publicidad. El Muro de Berlín, símbolo de la Guerra Fría dominada por EEUU y el socialismo estatista, fue derribado por el democrático burgués Himno a la Alegría beethoveniano y no por la «Internacional» socialista y proletaria. La guerra del Golfo iniciada por EEUU en contra del nacionalismo y autoritarismo iraquí, consiguió ganarse o en todo caso neutralizar a la mayoría de los países del Tercer Mundo y remachar así otro clavo en el ataúd de su «solidaridad tercermundista». Comentaristas actuales del internacionalismo lo consideran en crisis, moribundo e incluso descartan que haya tenido alguna vez significado alguno. Actualmente, según el saber común, está más relacionado a las Naciones Unidas y a la «ayuda para el desarrollo» que al movimiento obrero y el socialismo .