Las ideas del filósofo francés Louis Althusser, sintetizadas por la investigadora chilena Marta Harnecker en su libro Los conceptos fundamentales del materialismo histórico, han sido difundidas profusamente en América Latina en los últimos tres lustros. Desde los grupos guerrilleros de la década del 60 y 70 hasta la intelectualidad de izquierda, han leído con avidez el Manual de Marta Harnecker, creyendo que allí estaban condensados los verdaderos fundamentos del marxismo. Es curioso, entonces, que la izquierda latinoamericana no haya efectuado una profunda discusión del Manual ni producido trabajos polémicos contra el althusserismo, salvo referencias de pasada de algunos intelectuales de avanzada. Mientras los marxistas europeos, como Perry Anderson, Henri Lefebvre. Michael Lowyy Alfred Schmidt, han dedicado varios trabajos científicos al estructuralismo, en su variante althusseriana, la mayoría de los marxistas latinoamericanos sigue aceptando las ideas de Althusser y parte de la juventud sigue leyendo el Manual. En este ensayo, Luis Vitale cuestiona el concepto de modo de producción formulado por Harnecker y su idea de que las estructuras y no las clases crean la historia. Critica, asimismo, la categoría de capitalismo monopolista de Estado y la actitud de menosprecio por el papel que juegan los hombres en una teoría donde parecen imperar las leyes inexorables de la naturaleza y las fuerzas productivas, como dijera dogmáticamente Stalin en un tiempo que al parecer no está tan lejano.