La generalización del Estado de Bienestar en la posguerra europea fue en parte resultado de la convergencia en intereses y demandas de las clases medias y las clases trabajadoras, como consecuencia de las penalidades y escaseces de la guerra. Pero más tarde, en los años 60, el crecimiento económico y las demandas y expectativas de los más jóvenes agrietaron ese consenso, y la crisis de la década siguiente dio paso a una era neoliberal que acentuó las diferencias entre las clases medias y los trabajadores. Una salida progresista de la crisis actual, que mantenga el modelo europeo de bienestar, exige recrear una coalición social amplia, de clases medias y trabajadoras, como alternativa a la dualidad social del modelo conservador.